Lucas Martínez en el paseo marítimo de Blanes
Lucas Martínez Membrilla es un joven músico de 17 años. Lleva en los genes la música: con madre pianista y padre batería ha vivido entre melodías y ha construido su propio ritmo de vida. Desde pequeño empezó con el jazz pero también ha estudiado música clásica hasta el día de hoy. Para el clásico le acompaña su piano y para el jazz, su saxo tenor, aunque también toca el soprano y el alto. También ha estudiado batería ya que su padre es el batería de “Xavier Dotras Trio”, un grupo de jazz que está triunfando y teniendo muy buena crítica en el panorama jazzístico actual.
Humilde, sencillo y muy agradable, Lucas ha participado en diversos proyectos y ahora se ha centrado en el jazz y ha decidido dejar de lado su piano clásico para “ser libre” con sus improvisaciones y su tenor. Con grandes jóvenes promesas del jazz como Félix Rossy, Lucas no deja de trabajar y de tocar con el propósito de poder hacer de la música su modo de vida y poder dedicarse exclusivamente a ello.
¿A qué edad decide sumergirse en el mundo de la música?
Era tan pequeño que no sabría concretar la edad. Antes de empezar a aprender conscientemente, ya lo hacía sin quererlo. Creo que eso ha sido un punto a mi favor porque, cuando tienes el oído acostumbrado, luego al empezar se hace mucho más fácil identificar acordes, melodías y, sobre todo, a recordar. La música es algo que se interioriza y que, si uno quiere, se guarda dentro de sí. Soy de jazz y de música clásica, aunque ahora mismo prefiero centrarme en el jazz, me apasiona más tocar el saxo que el piano.
¿Pero sigue tocando el piano?
Ya no tanto. Me cansé del clásico. Me apetecía ser más libre, disfrutar del jazz con mi saxo. Improvisar y no tener que estudiar horas y horas una pieza para subir a un escenario, tocarla y ya está. Para ser buen músico de jazz también hacen falta muchas horas de dedicación y estudio, pero es una dedicación muy diferente; menos estricta. A mí me da tranquilidad saber que puedo ir construyendo la pieza con un solo una vez se ha acabado el tema principal. Es como si cada vez que tocas dejaras una pequeña parte de ti en la tarima.
¿Y por qué se ha decantado por el jazz y no por otro estilo de música más juvenil como el pop o el rock?
Que mis padres sean músicos de jazz me ha influido mucho ya que es un estilo que siempre ha sonado en mi casa. Eso me ha hecho crecer escuchando músicos como Bill Evans, Lester Young, Miles Davis, Chet Baker o Dexter Gordon. Pero siempre he estado abierto a escuchar buena música fuese del estilo que fuese, como el flamenco. Siempre me ha gustado Camarón, sobre todo su época con Paco de Lucia. Las canciones de Joan Manuel Serrat. Grupos de pop como Fito y Fitipaldis, Police o Led Zeppelin y compositores clásicos como Beethoven, Bach y sobre todo Frederic Chopin…
Lo que me hizo decantarme finalmente por el jazz fue la improvisación. Por mucho que escuches un disco siempre descubres cosas nuevas y los conciertos en directo nunca serán dos iguales.
¿Qué destacaría de su formación a nivel musical?
He estudiado en la Escola de música del col·legi Santa Maria de Blanes. Estuve allí cursando solfeo y armonía además de instrumento hasta que obtuve el Grado Medio. Tuve de profesor al que ahora es compañero de mi padre de trabajo, Xavier Dotras.
El año pasado estuve estudiando en el Taller de Músics donde hice 3º y 4º de combo con el trompetista David Pastor. Fue una buena experiencia ya que me sirvió para hacer un primer contacto con la ciudad y conocer a muchos músicos. A partir de ir al Taller empecé a tocar en «jams sessions» y a conocer más músicos.
Andrea Motis es la joven jazzwoman de la que más se está hablando actualmente. ¿Qué opina sobre este boom?
Me gusta que se den a conocer jóvenes artistas que no solo provengan del pop. Que una cantante de jazz como Andrea Motis se haya hecho famosa me encanta, aunque espero que no sea algo fugaz y suceda más a menudo. Hay personas con muchísimo talento que no han tenido su oportunidad aún. Además, creo que nunca se debe perder el buen gusto y la humildad y no me gustaría que Andrea se olvidara de donde proviene y de su entorno más cercano. Creo que toda persona debe saber cuáles son sus raíces. Creo que Andrea es muy buena y va a ser muy buena cantante. Además ha tenido la suerte de qué Joan Chamorro la “apadrinara” y apostara por ella.
‘Toda persona debe saber cuáles son sus raíces’
Creo que siempre ha habido booms que han servido para alzar un tipo de música con poca voz en el panorama actual, como en este caso es el jazz, pero que también han hecho tapar otros talentos igual de capaces.
Entonces, ¿a quién destacaría como la joven promesa de la música jazz?
A Félix Rossy. Es un gran músico de jazz. Es hijo del gran batería Jorge Rossy, conocido principalmente por Brad Mehldau Trio, conocido internacionalmente. Félix además de la música también estudia bachillerato y tiene un talento impresionante. Ya es conocido por los clubs de jazz de la península.
Una de las ventajas del jazz es la improvisación. Las jam sessions son reuniones informales de músicos que improvisan sobre una base estándar conocida por todos. ¿Ha participado en alguna?
Me gustan mucho, y sí, voy a todas las que puedo. Este año he parado un poco, aunque, ahora que he dejado el básquet que es lo que me impedía ir más a menudo, aprovecho al máximo todas las ocasiones que tengo. Pero como decía anteriormente, sé que este año mi prioridad es acabar el bachillerato para, después, poder dedicarme por completo a la música.
Recientemente también ha participado en el proyecto del nuevo disco de Xavier Dotras Trio, “Preludes”, con alguna pequeña colaboración. Cuéntenos:
Sí, Xavi hizo un arreglo para cuatro vientos: saxo tenor, saxo barítono, saxo alto y trompeta. En él participamos los tres saxos como base y, el trompeta, Félix Rossy, hizo de solista. Estoy encantado de haber podido participar.
Su padre forma parte de este grupo. ¿Se le hizo extraño trabajar con él?
(Ríe) Para nada. Llevo años haciéndolo. He hecho muchos bolos con mi padre y es uno de los músicos con los que mejor me entiendo y uno de mis maestros.
‘Mi padre es uno de mis grandes maestros’
¿En qué proyectos está trabajando actualmente?
Mi principal proyecto actualmente es el de pensar en el disco que quiero grabar este verano con la primera formación a mi nombre y para el que contaré con Jaume Llombart (guitarra), César Martínez (batería), Toni Pujol (contrabajo) y yo (saxo). Tengo pensado algunas colaboraciones de grandes músicos pero aun está por confirmar. También estoy con otros proyectos muy interesantes como el de Rocio Romero Grau & Luis Gonzalez Quartet. También este verano grabaré con Gsus Quintet y diversos conciertos confirmados con otras formaciones.
También es muy importante el concurso europeo llamado «Jazz Hoeilaart«. Es del 27 al 29 de setiembre de esteaño y participamos con un quinteto, yo toco el saxo tenor.
‘Participaremos en «Jazz Hoeilaart», uno de los concursos internacionales más importantes del jazz’
Este concurso se fundó hace unos treinta años aproximadamente con el objetivo de introducir músicos de jazz jóvenes. Durante los primeros años solo los belgas y holandeses fueron invitados pero, poco a poco, se ha convertido en uno de los concursos internacionales más importantes del jazz.
Vídeo de Jazz Hoeilaart 2011
¿En qué consiste vuestro trabajo en «Jazz Hoeilaart»?
Te piden grabar un proyecto de tres temas: uno propio, una balada y un estándar. Lo hemos grabado un poco rápido porque acaba en junio. Te apuntas y si te escogen vas con otros tres grupos que pueden ser de cualquier parte del mundo. Los participantes tienen que tener entre 16 y 30 años. En nuestro grupo somos: Oscar la Torre (trompeta, 16 años), Lucas Martínez de 17 años, Josep Cordobés (batería, 19 años), Toni Sagi (pianista, 19 años), y el contrabajista de 25.
¿Hace falta tener formación musical para poder participar?
Lucas Martínez en el paseo marítimo de Blanes
Supongo que cuenta algo. Miran el currículum y también los bolos o actuaciones que hayas hecho con gente del “mundillo”. Gente importante, buenos músicos.
¿Dónde está la sede de este proyecto?
En Bruselas. Si ganas y quedas entre los cuatro grupos primeros te pagan el viaje a Bruselas. Como ya he dicho antes, el grupo que gane de esos cuatro gana 2.000 euros además de un concierto en el Festival de Vitoria. Luego, bueno, van cambiando las condiciones dependiendo de en qué posición quedes: hay la opción de que te graben un disco, de que te abran la puerta a nuevos concursos…
Lo bueno de este proyecto es que solo consta de dos fases: una selección que ya te asegura el viaje a Bruselas y una final entre los cuatro mejores grupos escogidos. De cada país o comunidad autónoma donde se hace se escoge a alguien.
¿Tenéis más proyectos en mente?
Con estos mismos componentes menos con el trompeta también estamos participando en otro proyecto de música joven que se llama “Música als parcs”. En este caso también grabas un par de temas, los envías y si te escogen te ofrecen dos o tres bolos en Barcelona. Es para músicos menores de 35 años de Cataluña. Eligen a 9 grupos de jazz y 7 de clásico. También hay solistas. Se toca en las plazas importantes de Barcelona. En este caso no hace falta componer tú tus propios temas, puedes llevar lo que quieras.
¿En qué se diferencia Música als parcs de Jazz Hoeilaart?
Música als parcs es mucho más libre, son solo conciertos y el ámbito que abarca es mucho menor que Jazz Hoeilaart. En este caso nuestro interés como el de otros grupos es promocionarnos ya que no conceden ningún tipo de premio económico o subvención. Nuestro premio es poder tocar en pequeños conciertos en las plazas más concurridas de Barcelona. En total, si te dan dos bolos a lo mejor te sacas unos 300 euros.
En cambio, en Jazz Hoeilaart se quiere fomentar la participación de los jóvenes. Por eso el principal requisito es la edad. La formación es libre, puede presentarse un dúo, un cuarteto, un quinteto… Puede ser solo instrumental, con un vocalista, etc. Tienes que tener tres temas grabados, los tienes que enviar, envías también tu currículum, y a partir de ahí hacen una selección.
Y por último, ¿tiene futuro un músico en España?
En España yo creo que todos los oficios tienen poco futuro y que una buena solución es salir fuera. A parte, para el jazz es muy importante visitar la ciudad de Nueva York ya que allí es donde más se concentra y más se vive este estilo. El principal problema de las escuelas en América son los precios elevadísimos que imposibilitan ir allí a estudiar ya que el curso puede valer entre 25000 y 30000 dólares el año y también hay que sumarle la vivienda. Además quiero aprender inglés y sería un buen momento para hacer ambas cosas: tocar y aprender idiomas. Sale a cuenta irte fuera. Allí es otro nivel, otro concepto del jazz. Allí está mucho más valorado.
‘Nueva York es la ciudad ideal para un músico de jazz’
Lucas Martínez Membrilla, un joven músico de jazz que no deja de participar en proyectos de carácter nacional e internacional como Jazz Hoeilaart y Música als Parcs. Como él dice en reiteradas ocasiones “hay que trabajar duro para lo que uno quiere, y yo quiero música”.
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